La inflación está omnipresente en la mente de los europeos, limitando su poder adquisitivo
El anterior Barómetro europeo del Observatorio Cetelem, sugería que el impacto de la inflación estaba en la mente de todos y que los europeos sentían de forma unánime el impacto en su poder adquisitivo. En ese momento, elogiamos su perspicacia económica. Pero, ¿Qué pasa este año? A pesar de la desaceleración de la inflación, sigue siendo una de sus principales preocupaciones y sigue afectando a su poder adquisitivo.
La inflación sigue estando en el centro de las preocupaciones de los europeos
A lo largo de 2023, la inflación en Europa se desaceleró hasta un mínimo del +3,1 % en noviembre de 2023 (Fig. 5a), tras alcanzar un máximo «histórico» del +11,5 % en octubre de 2022.
Además, las previsiones de la Comisión Europea indican que la tasa de inflación anual se mantendrá bajo control en 2024 (+3,5%) y 2025 (+2,4%) (Fig. 5b). ¿Es esto suficiente para tranquilizar a los europeos a largo plazo?
¡No del todo! Los consumidores siguen preocupados. Una abrumadora mayoría (87%) dice estar preocupada por la inflación y su poder adquisitivo. Con un 52 % de respuestas afirmativas, más de la mitad de los europeos dicen estar extremadamente preocupados (Fig. 6). En todos los países encuestados, sitúan la «inflación/poder adquisitivo» en el primer lugar de su lista de preocupaciones, por delante de la inestabilidad geopolítica internacional (83%), la seguridad (82%), las preocupaciones sobre el sistema de salud (81%) y el cambio climático (76%).
Vale la pena tener en cuenta esta clasificación, especialmente con las elecciones europeas que se celebrarán en junio de 2024. El poder adquisitivo será, sin duda, el tema central de las próximas campañas políticas en todos los países de la UE.
La inflación sigue teniendo un impacto considerable en el día a día de la vida de los europeos. De hecho, son casi unánimes (88%) en creer que los precios han subido en el último año. Esta cifra parece especialmente elevada si recordamos que el 91% de los encuestados en el Barómetro europeo del Observatorio Cetelem 2023 también respondió «sí» a esta pregunta. Además, el 59% de los europeos cree que los precios han subido «significativamente» (Fig. 7a). En este punto, las situaciones locales varían un poco. Mientras que el 81% de los portugueses y el 70% de los rumanos creen que los precios han «subido significativamente», la proporción es solo del 55% en Francia y del 56% en Alemania. (Fig. 7b).
Con todo, en los últimos 2 años, el coste de la vida se ha disparado un 14,5% en Europa, un aumento que no se compensa totalmente con las subidas salariales. Por supuesto, esto marca una diferencia notable en la vida cotidiana de los europeos. En línea con la tasa de inflación anual, esta presión percibida parece estar disminuyendo en general: La proporción de los que respondieron «aumentó significativamente» bajó 10 puntos, mientras que «aumentó un poco» subió 7 puntos. Esto es particularmente notable en Polonia y Bélgica, donde la proporción de encuestados que respondieron «aumentó significativamente» se redujo en 27 y 22 puntos, respectivamente.
El poder adquisitivo sigue bajo presión a pesar de una ligera mejora
Como resultado de su percepción de que los precios están aumentando, casi la mitad (48%) de los europeos siente que su poder adquisitivo ha caído durante el año pasado, mientras que un tercio siente que no ha mejorado (Fig. 8a). La sensación de que el poder adquisitivo ha disminuido es mayor en Portugal. El 58% de los habitantes del país lamenta esta tendencia, lo que concuerda con la percepción de que el coste de vida ha aumentado significativamente. Francia le sigue de cerca con un 57%. Vale la pena señalar que en el Barómetro del Observatorio Cetelem de 2023, estos dos países ya albergaban las proporciones más altas de personas que respondieron “mi poder adquisitivo ha caído en los últimos 12 meses”.
No obstante, la presión sobre el poder adquisitivo parece remitir en comparación con el año pasado, como refleja un descenso de 5 puntos en la sensación de que ha disminuido. En efecto, el año pasado el 53% de los europeos consideraba que su poder adquisitivo había disminuido en los 12 meses anteriores. Esta reducción de la presión relativa puede observarse en los diez países encuestados, sin olvidar Bélgica (-10 puntos en «% disminuido») (Fig. 8b).
Si ampliamos el período de análisis, los hallazgos son aún más sorprendentes. En 2019, solo el 23% de los alemanes sentía que su poder adquisitivo había disminuido. La cifra fue del 23% en Suecia y del 27% en el Reino Unido. Este trío ayudó a reducir la media europea al 34%. ¡Francia, por su parte, se destacó del resto con una cifra del 59% (en un momento en el que la crisis de los “chalecos amarillos” estaba en pleno apogeo)! Cinco años después, el Barómetro del Observatorio Cetelem registra puntuaciones del 50% para Alemania, del 45% para Suecia y del 43% para el Reino Unido, es decir, aumentos de 27, 19 y 16 puntos respectivamente. Una vez más, está claro que las puntuaciones de los distintos países europeos están convergiendo.