Escasez: la energía en el centro de los temores
Junto con «inflación», «escasez» es la otra palabra que ha vuelto con fuerza en los medios de comunicación y en la vida cotidiana para referirse a tiempos económicos difíciles. Este regreso se remonta a unos meses antes de este Barómetro de Consumo Europa y sus primeras apariciones están vinculadas a las dificultades de abastecimiento provocadas por la crisis de la covid, tanto en mascarillas como en semiconductores. La crisis energética, agravada por la guerra de Ucrania y los desórdenes climáticos registrados en 2022, ha reforzado este regreso al primer plano en la mente de los consumidores.
PAÍSES CON UNA DIETA ESTRICTA
Tres de cada cuatro europeos prevén al menos una situación de privación en su país. El 27 % está incluso seguro de que será así. Aunque no existe una segmentación geográfica marcada en esta previsión, es en Francia y el Reino Unido donde los temores son mayores (87 % y 83 %), dos países donde la cobertura mediática de la escasez energética ha sido fuerte, apoyada en particular por los poderes públicos.
Los temores de escasez expresados se refieren en primer lugar al sector energético. La escasez de combustible, los cortes de electricidad, los cortes de gas y la falta de gasolina se encuentran entre los temores de al menos 1 de cada 2 europeos. Una vez más, son más «esperados» en Francia y el Reino Unido.
FOCO DE ATENCIÓN SOBRE UNA POSIBLE ESCASEZ DE ELECTRICIDAD
Solo la cuestión de los posibles cortes de electricidad preocupa al 58 % de los europeos. Y es en Europa occidental donde estas preocupaciones son más fuertes, sobre todo en Italia, el Reino Unido y España (71 %, 68 % y 67 %). Convertida en importadora de electricidad tras el cierre de numerosos reactores nucleares, Francia se enfrenta a una vulnerabilidad de la que parecía haberse librado, lo que se refleja en el porcentaje superior a la media de personas que temen futuros cortes de electricidad.
LA POSIBILIDAD DE NO PODER SEGUIR PAGANDO
A la preocupación por enfrentarse a la escasez se une el temor a tener dificultades para pagar las facturas del suministro de energía. Así lo afirman 7 de cada 10 europeos, con las cifras más elevadas entre los países mediterráneos, pero también en Rumanía y la República Checa. Y también en este caso, las mujeres, los jóvenes, las personas con rentas bajas y los habitantes de ciudades pequeñas y medianas son los más sensibles.
La electricidad, el gas y la gasolina son el trío que concentra los temores de privación. En cuanto a la electricidad, 6 de cada 10 europeos sienten temor, sobre todo en los mismos países antes mencionados. Los italianos son incluso especialmente pesimistas, 16 puntos por encima de la media general.
PRODUCTOS ALIMENTARIOS, TAMBIÉN GENERAN TEMOR A LA ESCASEZ
Pero la energía no es el único sector al que debe asociarse la palabra escasez. El sector alimentario también genera preocupación. El 55 % de los europeos cree que se enfrentará a una escasez de alimentos en los próximos meses. Los italianos, los españoles, los portugueses y los británicos son significativamente más propensos a esta tendencia (70 %, 69 %, 67 % y 64 %).
Los parámetros socioeconómicos ponen de manifiesto claras diferencias. Las mujeres, los más jóvenes, las personas con rentas más bajas y las que viven en ciudades de tamaño medio sienten más este miedo.
También cabe señalar que esta expectativa de escasez de productos alimentarios no está en absoluto correlacionada con la inflación de este mismo tipo de productos. Hungría, con la inflación alimentaria más alta de todos los países europeos, presenta uno de los niveles más bajos de preocupación, mientras que Francia, con la inflación alimentaria más baja, se sitúa por encima de la media general (Fig. 9).